Las primeras pruebas que han de superar los concursantes de Gran Hermano 14 son de lo más vertiginosas: estar atados a un peluche en forma de corazón y hacer tartas. Me da la impresión de estar viendo un Gran Hermano más, pero en malo… ¡Vaya telita!
Sinceramente considero que esta edición no va a llegar al nivel que alcanzó GH 12+1, o se ponen las pilas o auguro un final precipitado.
Quizás lo más excitante y atrevido hasta el momento haya sido el escote que lució Mercedes Milá, por la que no parece pasar el tiempo, en la gala inicial.
Por cambiar para mal, ha cambiado hasta el formato de pantalla de “mitele”; locos por conseguir dinero con los mensajes, han colocado un cartelón para los sms que tapa casi un tercio de la pantalla.
Prima en este GH recaudar. Lo vimos en la primera gala… anuncios para aburrir y cambiar de canal, y lo estamos padeciendo con el espacio de pantalla dedicado a los mensajes de los seguidores del reality.
Cierto es que solo llevamos 24 horas de programa y que esto puede cambiar mucho, pero de momento… un muermo. Hasta ellos/as se aburren…
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